Trump decide desvelar archivos acerca de la muerte de Kennedy
Donal Trump, presidente de Estados Unidos permitió la publicación de más de 2.800 documentos clasificados sobre el asesinato de
En estos papeles también se desvelan detalles del miedo de los soviéticos a que “algún general irresponsable de EE.UU.” lanzara un misil contra ellos.
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La publicación de estos últimos archivos aún clasificados ha tenido en vilo a historiadores y aficionados a las teorías de la conspiración.
El pueblo debe estar informado según Trump
En un memorando presidencial Trump anunció que “Hoy ordeno que el velo finalmente se levante” para que “el público pueda estar informado de todos los aspectos sobre este acontecimiento crucial.
Trump reconoció que su equipo le había pedido que retuviera parte de la información de los documentos, y que no tuvo “otra opción” que aceptar esas censuras en lugar de permitir un daño potencialmente irreversible a la seguridad” de Estados Unidos.
En un comunicado la portavoz de la Casa Blanca Sarah Huckabee Sanders manifestó que a pesar de ello Trump dio seis meses a sus agencias -hasta el 26 de abril de 2018- para que revisen las razones por las que han decidido mantener ocultos ciertos documentos y “minimicen los extractos censurados” para que sean publicados cuanto antes.
La CIA y el FBI desean proteger la identidad de algunos “informantes”
Tanto a la CIA como al FBI les preocupaba que los archivos expusieran “la identidad de personas” que fueron sus “informantes” y pueden estar vivos hoy y que dieran detalles sobre “actividades que se llevaron a cabo con el apoyo de organizaciones extranjeras aliadas”
Diversos expertos en la historia y los documentos sobre Kennedy ya habían adelantado que los archivos del Gobierno que aún estuvieran ocultos estarían, en su mayoría, solo “tangencialmente” relacionados con el asesinato, y no contendrían ningún “bombazo”.
Un comité especial revisó hace dos décadas estos mismos documentos y clasificó la mayoría como “no relevantes”, por no estar directamente vinculados al asesinato. Sin embargo los historiadores esperaban hallar alguna respuesta sobre la visita a México del presunto asesino de Kennedy, Lee Harvey Oswald, seis semanas antes del infame suceso.
Los archivos recién publicados contienen menciones al programa que utilizó la CIA para escuchar las conversaciones en las embajadas de Cuba y la Unión Soviética en la capital mexicana, ambas visitadas por Oswald en septiembre y octubre de 1963. “En 1970, había un archivo cronológico de la vigilancia en las embajadas cubana y soviética (…) pero esos archivos habrían sido destruidos”, indica un documento de marzo de 1978.
El juez federal John R. Tunheim, que encabezó el comité independiente que revisó todos los documentos del Gobierno entre 1994 y 1998 expresó que lo que los expertos esperaban hallar en los documentos eran detalles sobre la naturaleza del acuerdo que la CIA alcanzó con el Gobierno mexicano para montar esa vigilancia.
El viaje a México del presunto asesino de Kennedy
Algunos documentos mencionan el viaje de Oswald a México: un cable fechado el 28 de noviembre de 1963 habla de un “rumor” de que éste había depositado “5.000 dólares (4.200 euros) en un banco de Estados Unidos” durante su visita a la capital mexican. Otro cable de marzo del 1964 asegura no haber encontrado pruebas de ello, a no ser que el presunto asesino de Kennedy hubiera usado otro nombre.
Otro cable refleja una entrevista con la secretaria del cónsul cubano en México, Silvia Durán, que asegura que Oswald le pidió un visado de tránsito por Cuba de camino a la Unión Soviética y que, cuando vio que conseguirlo era difícil, se “enfadó extremadamente”.
En otro documento, el FBI revela que, poco después del asesinato de Kennedy en 1963, recibió una llamada en la que alguien amenazaba con matar a Oswald, quien fue disparado mortalmente por Jack Ruby dos días después de haber matado al presidente.
Pero algunos de los documentos más interesantes no hablan del asesinato, sino de la cultura y acciones del Gobierno estadounidense en una década de paranoia y lucha anticomunista.
Un largo informe analiza “la implicación de la CIA en planes para asesinar a líderes extranjeros”, entre las que destacan sus numerosos intentos de acabar con Fidel Castro, pero también las armas que proporcionó para que mataran al dictador dominicano Rafael Leónidas Trujillo, o su complot contra el congoleño Patrice Lumumba.
Dichos documentos y los que se publicarán más adelante podrán saciar la sed de algunos historiadores, pero es improbable que disipen las numerosas teorías de la conspiración sobre el asesinato de Kennedy.